No es fácil enterarse, pero con frecuencia, escorts chicas o no tanto protagonizan hechos por demás notables. Y bien podrían ir a parar al gran anuario recolector de récords asombrosos.
Es una profesión nunca debidamente considerada, en la que las mejores suelen hacer un culto de la discreción por el bien de sus clientes. Pasan cosas que se soslayan, pero nunca falta quien patee el tablero y les dé visibilidad.
Uno de esos casos emblemáticos es el de Gwyneth Montenegro (pseudónimo). Es una australiana hoy de 44 años, ya retirada de la profesión, que afirma haber tenido sexo con nada menos que 10.000 hombres. Escribió un libro donde cuenta lo que aprendió en el mundo de la prostitución: “The Secret Taboo” es su título. Lo hizo para “transmitir sus conocimientos”, y crear “una guía paso a paso sobre cómo vender el cuerpo a cambio de dinero”. Textualmente.
Ya antes había incursionado en el mundo editorial, con su anterior opus: “10.000 y contando”, más autobiográfico. En él puso el número exacto a la cantidad de hombres con las que, según ella, se habría acostado: 10.091, precisamente.
Escorts, chicas tímidas liberadas, y mucho dinero
Reconoció que en su infancia y primera juventud fue una chica muy introvertida, víctima de bullying. Y criada en un hogar muy religioso.
Fue violada, y resultó difícil superar el trauma. Pero comprendió que podía transformar su cuerpo en una herramienta de trabajo y ganar mucho dinero. Le ayudó la apariencia bastante imponente que ganó luego de la adolescencia, y la llevó incluso a incursionar en el cine porno. Luego del trauma por la violación, se reconcilió con el sexo y aprendió a disfrutarlo nuevamente. De ahí, a cobrar hasta 1500 euros por noche, sin escalas.
Montenegro dice que no se trata de vender el cuerpo, sino de tener un éxito económico sostenible. “No solo se trata de sobrevivir, sino que quiero enseñar cada consejo y cada truco que se necesita para obtener las mayores cantidades de dinero posible en la industria y salir de ahí triunfante. Si vas a hacerlo, hazlo bien y luego vete”, ha dicho. Por eso el subtítulo de su último libro: “La guía definitiva para ser una escort financieramente exitosa”.
Deseando ganar dinero, comenzó a trabajar en burdeles de lujo desde su adolescencia. En ese tipo de establecimiento se acostaba con hombres “conocidos” y de “alto standing”, un 90% de ellos casados. Es algo de lo que jamás se arrepintió, porque entiende que nunca perjudicó a los matrimonios.
“PROSTIPS” (digamos…)
Ha sido un libro con muy buenas ventas y que generó controversias, porque, según muchos, incita a la prostitución. Pero su autora se defiende alegando que solo aconseja como optimizar un trabajo que no puede desconocerse y no vale la pena ocultar, porque es peor. Algunos de los tips o consejos que se desprenden del libro (y de las conferencias que da por el mundo) son:
#”No hay que ser la más sexy de todas. Estar bien arreglada, cómoda, confiada, tener un buen ambiente y ser enérgica y profesional será todo lo que necesites”.
#Cree que las escorts de todas las edades tienen su público. “Hay muchas mujeres y de diferentes formas, tallas, edades y antecedentes que ganan dinero con su cuerpo”.
#Afirma que es un mito que todos los hombres quieran “servicios perversos”. La mayoría, según ella, prefiere sentirse deseado, necesario y querido. “Muchos quieren a alguien con quien puedan tener una conversación sin sentirse juzgados y que haya una buena conexión”
#”Quien tome la decisión de hacer este trabajo, debe considerar los aspectos prácticos, las emociones, la seguridad y las ramificaciones económicas. Además, tienen que planificar una estrategia de salida desde el principio“.
#Hay un consejo para las chicas escorts, el que enfatiza más: cuidarse mucho de las adicciones.“Cuidado. Empezó como una broma, pero la cocaína y el champán son muy adictivos. Así se fueron 12 años de mi vida”.